La promoción me hizo detenerme en Canal Uno. Era el talk show de Marián Sabatè, " Cirugías Caseras ", uno de los primeros intentos de su serie de liposucciones e implantes en las que ella es el hada madrina. Esta vez (programa repetido) entrevistaba a un chico que se había inyectado en múltiples ocasiones silicona líquida en glúteos, pectorales, cadera y cara. El, no reparó en develar los precios: lo más caro es la puesta -40 dólares el litro y 200 dólares cada infiltración- tenía en su cuerpo 13 litros de silicona.
En el siguiente bloque aparece el ente que realiza el procedimiento. La presentadora pidió que describa como realizaba estas "cirugías”. Ahí va el diálogo:
Ente: Producto americano de excelente calidad, medido por vasos.
Marián: ¿ Les da algún medicamento?
Ente: si por supuesto les doy para la presión
Marián: ¿Para la presión? O sea para el dolor.
Enteo: Si para eso mismo
Marián: ¿Pero no les da miedo? Ustedes conocen los riesgos. ¿No es mejor ir a un médico?
Ente: ¿Por qué?
Marián: El tiene un diploma
El "bien producido" evento televisivo tenía entre sus invitados a un cirujano plástico (difícil recordar el nombre) quién con un incipiente discurso dijo que los resultados eran estéticamente incorrectos, que el procedimiento era ilegal y que enfrentar una demanda era muy costoso, aprovecho además para promocionar paquetes de cirugías plásticas a precios accesibles.
Estos espacios tienen un tiempo límite gracias al Dios de la tele y un final feliz que arroja conclusiones. Conjunto de sintagmas imposibles de olvidar:
Hay que analizar todas las opciones.
Aquí estamos para ver los pro y los contra
Cada una las personas tienen derecho a elegir .
Una cosa es con ropa y otra sin ropa.
Humberto desfiló en bikini y todos aplaudieron. Marián lo felicitó.
La pantalla se puso negra y en una esquina salió la foto del muchacho y abajo canal uno escribió " en memoria de..... "
Uno de los principios básicos en la medicina: " El reconocimiento de lo propio el rechazo de lo extraño" (los trece litros de silicona americana en este caso). Recuerdo que en varios parajes de la literatura académica, en referencia al trasplante deja bien claro que la historia de la ciencia médica cambiará cuando esto sea superado.
El miedo escénico y su superespecialidad es lo que lo coloca a un cirujano plástico con todos los fierros de las universidades, centros médicos u hospitales por los que pasó en la misma tela que un artesano mediocre, un imitador de mecanismos visuales.
Tener una vida en frente, un caso explícito, de aquellos que nunca visitarían una consulta y dejarlo pasar es para recomendarle un curso intensivo con el Dr. Albuja, una estrella talentosa.
Un canal de televisión solicita su opinión y llegado el ejemplo con la idea de prevenir en equipo con la conductora se convierte en regla. Ninguno de los dos se acercó al intento por darle sentido a una advertencia. Esta no era la pretensión de una gran campaña -sobre no fumar y el mortal cáncer- era la ceguera de un sólo hombre, perdieron en un individuo. La historia simple les quedó grande: lo dejaron ir, lo aplaudieron, dejaron que diga que lo iba a volver a hacer.
El repitute del programa y la pantalla oscura, dan fe de los centavos con que se tratan estos temas en los medios.
Xavier Palomeque dice que para entender a ciertos cirujanos, esta pelìcula de Porcel es necesaria, a mi me aburren chance, a decir del colega revela ciencia.
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