Conozco sobre las sustancias psicotrópicas en la academia. Cuando se me ocurre entrar en la fantasía paciente, sobre tener un "paciente", este individuo sería mi favorito para violar todas las formas de tratamiento moral de las adicciones y para ejercer lo que el gran Michel Foucault nos atribuye a los de bata blanca ese "mal poder".
Robi Draco Rosa, se confiesa un adicto en recuperación, dice que lo arriesgó todo y que no se arrepiente de nada, que está en la búsqueda de la sensación de orgasmo constante y que en un tiempo lo hacía de las formas más terribles y que a veces ve esterilidad en todas partes.
He pensado que la descripción se acerca a la historia del uso de las sustancias que conmueven el estado mental, en disímiles condiciones incluyendo el objetivo deliberado de recrearse. La medicina entra en el juego más tarde para utilizar los efectos psicoactivos cuando aparece este fenómeno occidental de “la enfermedad” y con esto una licencia para activarse terapéuticamente con el efecto secundario hasta de un antigripal.
Desde que en la tierra de Mozart por allá en los setentas se dieron cuenta de que había que unificar algún criterio de vigilancia, la DEA ( Drug Enforcement Agency) se pelea con la FDA (Food and Drug Administration) para intentar imponer un régimen de instrumentación que regule el uso de sustancias psicotrópicas (legales e ilegales). De los compuestos y sus propiedades sean psicoanalépticas o depresoras, se han elaborado grandes listas (motivo seguro de otra entrada), saltan de las clasificaciones y hay propuestas de promoción de algunas como el MDMA o éxtasis, recién aprendí que se le llama graciosamente “Europa”.
En toda esta maraña siempre mi asunto es el perdedor, salud le ha sacado la vuelta a las adicciones con todo, el toreo ha logrado llevar una cantaleta en la que las ciencias sociales nos dan una paliza larga, aunque tenga mis traumas y rivalidades con ellas, creo que si se les puede “apoyar”, hay que estudiar mucho y para muestra existe un lejano ejemplo:
Que en el país de los Molinos, nadie le tiene miedo a “la droga”.
Fundamentalmente la política holandesa va dirigida en primer lugar hacia un control de los perjuicios para la salud, aunque las modificaciones en la composición y en los trasfondos sociales de los grupos de consumidores que han logrado son de dimensiones espectaculares. Precisamente corresponde a un alto grado de franqueza, sentido crítico y flexibilidad. El autoconsumo en Holanda no ha conducido a un consumo mucho mayor que en los países que aplican una política muy represiva en este aspecto. La diferencia radica en el hecho de que en Holanda el consumidor de productos de cannabis - con frecuencia gente joven - no se 'criminaliza'.
La política holandesa de la droga es de salud pública, dentro de los límites establecidos en los tratados internacionales, hacia la prevención y la reducción del mal. A base de una evaluación minuciosa de los resultados alcanzados. La atención a los drogadictos es renovada debido, entre otras cosas, a los cambios en la problemática, como el envejecimiento de los heroinómanos y surgimiento de las drogas sintéticas.
Aproximadamente el 20 por ciento de los drogadictos muestra un estilo de vida sumamente desagradable. Su conducta vagabunda, su (poli)drogodependencia y criminalidad constituyen elementos que se fortalecen mutuamente, esto no asusta; con el ojo puesto hacia la clara extensión del grupo meta - aproximadamente 5.000 toxicómanos muestran un modo de vida extremadamente asocial - el gobierno considera suya la tarea de obtener resultados a corto plazo y ofrecer de este modo una perspectiva para una solución permanente de este mal.
La crítica que procede de opiniones sobre riesgos sanitarios, acerca de las cuales no se puede encontrar más apoyo en la literatura científica, no ha de constituir, por supuesto, una base para adaptar la política holandesa. La reacción al respecto ha de consistir en programas de intercambio científicos y administrativos. El carácter ideológico de una parte de la crítica extranjera no puede ocultar que existan lados problemáticos. Los holandeses están implicados en el tránsito y comercio internacional de drogas blandas. Holanda es a la vez un importante productor de anfetaminas y XTC. Los coffeeshops holandeses, constituyen una especie de piedra filosofal.
La parte cruel de tratar de compaginar la lectura académica con el blog y el noticiero, en otras palabras vivir, es la que menos me gusta.
En el Ecuador no hay nada de nada. Hace tiempo ya, cuando existía ese bodrio de “Buenos Muchachos” escuche al Viteri oponerse a diestra y siniestra a esa minúscula parte constitucional, que todavía va a ser difícil garantizar, en la que se releva al “toxicómano” de criminal. Por suerte, para este caso, la última hoja de la margarita quedó en SI, y podemos permitirnos empezar de cero, subimos un escalón de la recta numérica y no estamos en el lado menos.
Hablar de los centros de rehabilitación, esos pocos lugares siniestros que existen acá, me causa más daño. Las figuras del arrepentimiento y de la compasión de esos recortados métodos como los “12 pasos del adicto” aplicadas, renuevan las condiciones en las que la dependencia se produce. Estos postulados se recrean en una escena vaga de similitud entre los adictos y las características del consumo, en el que la única fortaleza es rendirse contra si mismos, reconocer el descontrol. Catalogado tan popularmente como él tratamiento más exitoso del mundo, es sòlo un artificio sobrevalorado. Por otro lado, describir los medios físicos (hacinamiento, maltrato y duchas frías) con los que pretenden solucionar las adcicciones, sería volverme mal educada.
Me llega la hora de dormir, dejar el computador, escuchar una buena canción y en el sueño se impone la analogía con el Monopolio del opio del gobierno en las antiguas Indias Neerlandesas, matices en el mismo y ensayar nuevos caminos.
Mi Robi señores, espero guste.
VERTIGO
Un sol negro, negra luz
los perros vomitan plástico azul
los relojes marchan al revés
y el invierno aparece bajo tus pies.
Siento vértigo siento vértigo
Siento vértigo siento vértigo.
Hay un maldito ruido en este gran carnaval
y en el palacio del fuego
hay un extraño animal
que se apodera de ti
que se apodera de mí
Negro sol, sol de llanto
de mi adicción y mi quebranto.
Negro sol verde luna
la carne rota y el alma cruda.
Siento vértigo siento vértigo
Siento vértigo siento vértigo.
Negro sol, sol de llanto
de mi adicción y mi quebranto.
Negro sol verde luna
la carne rota y el alma cruda