miércoles, 31 de diciembre de 2008

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Es este el tiempo de los esfuerzos, en el que uno finalmente cae, en eso. Ahora, el esfuerzo por volver al asiento familiar, que mantendré momentáneo siempre.

El sur del calendario llega esta vez como todos, buscando.
Hemos aprendido a hacernos la sorpresa, explosiones planificadas. Los muñecos son siempre distinguibles, los hechos para ser vendidos y los que se hacen con todo el amor para ser quemados.

De años no tengo idea, esta última semana, he celebrado el fin y vuelto a comenzar unas tres veces. La mentira me encanta, pero para el romance. Es mejor no convidar los futuros, ni compartirlos porque, finalmente, cada quien sabe a qué saben sus uvas.
En mis lecturas de fin de año hay de todo, las que hablan de los sucesos ocurridos tipo diario, las que se proponen tipo agenda y las que agradecen.
Pensé en un collage y salió esto:


Como diario ..

El año que se despide no se quiere ir y los anteriores tampoco: el embrujo isleño y el país de los tulipanes, que me acogieron estos dos últimos todavía se recuerdan bien. Un suspiro para mi Floreana, otro para San Cristóbal y el Hospital en el que hice sutura a un borracho la mañana del primer día del 2008, después de una noche entera de bailar cumbia, otro para mis galapagueños , que extrañe tanto hoy, mientras en Guayaquil ningún cajero paga estos días, en Puerto Baquerizo pueden sacar al gerente de la roca volcánica.

Lo que espero..

Del año que viene: el regreso al viejo continente que me produce una estresperanza.


De este día, sí que sí, este miércoles 31 espero mucho:
De mí: que me alcance a depilar, que mi vestido me siga gustando, que no me de alergia, que no se me corra el maquillaje hasta la una, que el cerquillo permanezca recto y salir bien en las fotos, videos y todo lo que vaya a ser facebook y hi5 de mis amigos.
De mi gente: que no falte ni un solo chiste de los que ya nos hemos reído mil veces, que pongan radio Cristal, aunque no esté Armando Romero, que pueda esconderme cuando las vecinas se acerquen al dar el abrazo, que se acuerden de las camaretas, que alguien llore para poder reírme y que me llamen de las Europas, de la Capital, de las Islas Encantadas y de la Garzota.


Diciendo gracias..


A mi padre por el boleto de regreso, a mi madre por entrar aquí a leer, a mi hermana por cortarse el pelo, ser menor y vivir en otro país, al de Zaragoza por los 4 DVD de música nueva que me dejó antes de partir, a quien teniendo uno estos, me dio un título y un blog, se rechaza aún de mentor o cualquier cosa que se le parezca.

Y el más grande para los amigos de ISRAEL, que hicieron desaparecer todo vestigio de despecho romántico, para darnos una buena razón para el alcohol, seguro no la desperdiciaremos con mi mejor amiga.


Para quienes leen este intento terapéutico secretamente, pedazo de letras Carlos Drummond de Andrade , que es más de lo que pedí :


Quem teve a idéia de cortar o tempo em fatias,a que se deu o nome de ano,foi um indivíduo genial.Industrializou a esperança, fazendo-a funcionar no limite da exaustão.Doze meses dão para qualquer ser humano se cansar e entregar os pontos. entra o milagre da renovação e tudo começa outra vez, com outro número eoutra vontade de acreditar que daqui pra diante vai ser diferente.
Por si acaso, un intento de traducción:

Quien tuvo la idea de reducir el tiempo en rodajas,
a que se ha dado el nombre año,
fue una persona brillante,
Industrializó la esperanza, haciéndole con que funcione dentro de los límites del agotamiento.
Doce meses son suficientes para proporcionar cansancio a cualquier ser humano y dar los puntos.
A continuación, se introduce el milagro de la renovación y todo empieza de nuevo,con otro número y otra voluntad para creer que a partir de ahora hacia adelante será “diferente".



martes, 30 de diciembre de 2008

Dar de Lactar

En lo femenino, el universo se abre y se cierra , como una ventana dañada. En lo masculino, pasa lo mismo, pero no puedo hablar de ello.

Cada vez que los miro ocurre, es un pensamiento que se atasca en medio de cualquier soledad erótica que se produce en la observación, en el masaje diario después del baño, al esconder su nobleza paseando un escote. Cerca a cualquier instante creciente de perversión, aparece siempre esa nube blanca: alguien pequeño, débil, que debe esperar bajo la sombra, la piedad del alimento.
Una mujer es capaz de deserotizar un pedazo de su cuerpo, piensa que será más amado, pero el lactante, niño o niña, es otro hombre; lo tomará mientras sea su única vertiente y lo seguirá pidiendo cuando lo quiera sin necesitarlo. Entonces ella, lo entregará siempre, perseguirá las suplicas por asientos de buses, salas de espera, parques y aceras, sin saber su destino desolado. El lactante lo olvidará, lo repudiará, cuando conozca la vergüenza, cuando reniegue de la dependencia; cuando crezca y crezca en él la incomodidad y la soberbia.




Imágenes de todo tipo, la del espejo tiene opciones iguales al significado de una palabra en el diccionario.


Regreso a Guayaquil y la compañía de mi primer viaje al centro, me obliga a una interrogante prematura, cuyo tiempo, espacio y protagonistas aún no conozco (si he visto a alguno, mejor creerlo soñado). La calle con valiosos regalos, los obsequios humanos de esta ciudad, que llevan el pensamiento y el cuerpo a lugares no visitados.

Algo más pertinente florece en mi cabeza, lejos de sutiles obsesiones femeninas:



Creer que hay un soplo ahí, el nacimiento o una creación que será exprimida,
mamada y desalojada, como este mundo, como será el mundo.






URBANISMO SANITARIO

La vida es pedagógica, no hay que perderle el hilo ni un segundo, a veces se piensan utilizadas todas las atenciones y la equivocación, para la regla.


Anuncian una noticia que se trata de un evento empresarial. Los reporteros han evolucionado mucho y están destinados a convencer hasta el público más escéptico y aséptico en mi caso, porque nunca imagine que viviría para contaminarme de esta forma.
La buena nueva: el Hospital Metropolitano y el Hospital de los Valles, habían firmado un convenio. El detalle llego hasta una pequeña entrevista, para ilustrarse una pregunta:
¿Cuáles serían los beneficios para los pacientes? (Promoviendo el vicio y la mala costumbre que incita a reflexionar)




El Hospital de los Valles, entre Tumbaco y Cumbayá


La revista vanguardia, el año pasado, publicó algo que si no era nada “engañoso” , sobre las inversiones en salud, este señalaba al Hospital Metropolitano como el primero en ganancias junto con el Monte Sinaí de Cuenca, este último no revela el monto exacto - cosa que no es extraña- probablemente sucederá lo mismo que con el Cajas, algún día se sabrá la verdad.
El artículo “La salud un gran polo de inversión” de febrero del 2007, refiere claramente los detalles los beneficios. Los accionistas reciben parte de sus ganancias en servicios médicos, no es difícil adivinar el origen de esto: gastaban demasiado en atención de su salud, los servicios estatales son pésimos, la ley lo permite. No se imaginaron que lo que nació con la idea de ahorrar dinero en sus enfermedades, terminaría siendo el negocio de sus vidas.
En Guayaquil, el caudal es de tipo genealógico; Alcívar y Lama, que son también referentes urbanos del Barrio del Centenario, la Kennedy, la Alborada y Samborondón .

Esto hace pensar, que en el Colegio de Médicos podrían repartir unos planos nuevos de las ciudades y satisfacer así las necesidades de la población, que serían por ejemplo:

“Hoy tengo ganas de una radiografía” para qué subir a Quito, me quedo no mas en el valle y si ando de humor “Sex and the city” me voy al Metro, total ya son lo mismo. En Guayaquil si me he quebrado una pierna y toda la gente se va la playa, no hay problema, la Alcívar está en Salinas.




La geografía y los estudios de mercado, nada tienen que ver con los determinantes de salud. Las encuesta con múltiples cuadritos, no aplican. En medicina los interrogatorios nunca deben sugerir una respuesta, además su fin es únicamente el diagnóstico. La necesidad que se pretende cubrir no es un producto inerte, si bien existe el consumo, los objetivos siempre deben ir orientados hacia evitarlo, lo que haría desaparecer el producto en cuestión (exámenes, consulta médica, drogas), el lugar que los oferta (clínica, hospital), los dividendos y todo el negocio, para que todo sea verdaderamente “saludable”.


Una de las cosas sorprendentes es que los funcionarios de Estado, no pisan un hospital público. Las clínicas privadas mantienen convenios con las aseguradoras para atenderlos, existe un dispensario en el mismo Ministerio de Relaciones Exteriores del Hospital Metropolitano, actualmente se mantienen 15 convenios con clínicas y 60 con medicina prepagada.


Todas estas distribuciones cartográficas y cartománticas, se han ido desplegando, no son más que la herencia de años. La historia de los programas de salud en el Ecuador, desde que los militares se dedicaron a edificar; sitios hermosos, resistentes y bien bonitos, pero en donde uno llega y toca hacerle “la macumba” al paciente, porque no hay ni agua.

En los municipios, la obscenidad aumenta. Programas como Más Salud y otros que no menciono por pudor, es imposible colocarlos en alguna categoría.
El preocupado y hoy tan popular CONARTEL debería también censurar la propaganda barata en la que Nebot ofrece el ajuar para un recién nacido. No se necesita ni un curso de primeros auxilios para darse cuenta de que en este país nacen todos los días seres humanos en las peores condiciones, en las que, ofrecerles un moisés y unos escarpines puede ser una grave ofensa.


Los aciertos de la ministra Chang, en la emergencia sanitaria, no son más que obligaciones de primera orden. La titular de la cartera de salud, tiene un antecedente fuerte como trabajadora de la Organización Mundial de la Salud y no es difícil verla en televisión con el chalequito. Los salubristas improvisados en todos los países en vías de desarrollo, han hecho del trabajo de campo, del ejercicio de la inmunización y otras actividades una pseudociencia, que no llega a salir de la categoría de vulgar dádiva. Mantienen un estatus, son parte de la desfiguración de la percepción del estado saludable en la población, del sistema fragmentado, en donde lo privado y lo público no llegan a coordinar una acción en conjunto para evitar viejas, comunes y simples patologías.


Circular sólo por el modelo biomédico, trillado de la OMS, extemporáneo, que relaciona a la salud con la enfermedad y logra explicar a la primera a partir de la segunda, (estado de bienestar físico, psíquico y social), raya en lo barato. La salud es un proceso más complicado, en donde esta se relaciona con la vida, constituyéndose en una forma de andar por la vida y la enfermedad resulta ser un acontecimiento que pudo no suceder, este proceso complejo, según Dahlgren and Whitehead, se da en los diferentes espacios de los seres humanos, desde la individualidad de los lugares particulares hasta los sociales y ambientales, de tal forma, que existe un conjunto de elementos que interactúan entre sí y determinan de una u otra forma la condición de salud, tanto individual como colectiva. La capacidad para poder efectivizar ese andar por la vida de forma saludable, es decir, para lograr desarrollar el máximo potencial de salud, que permita generar bienestar y una adecuada calidad de vida. Esta capacidad la entendemos, siguiendo a Amartya Sen como la ampliación de la libertad humana (tanto individual como colectiva) para lograr funcionamientos (hacer algo) y/o realizaciones (ser algo).

Privadamente, en una clínica, famosa por estos días, mi abuelo tuvo una atención, que es de primera, un personal paramédico que no tiene comparación, pagamos bien eso sí. Mi abuela persigue a su médico, en privado, un internista, de los mejores de este país. El Hospital Vozandes es también otro caso, en un sistema impuesto, se relevan de “afrentosos”, reinvierten todo, investigan también.


En fin, privadamente se hacen cosas bonitas, el inconveniente, creo yo, es la intimidad del asunto, la introspección, casi regresiva, a lo que esto nos obliga. Si en este país vivimos tantos, porque algunitos nos curamos solo “privadamente”.

jueves, 18 de diciembre de 2008

No me hace gracia

Todo tiene que pasar por el filtro deformante del humor, un humor que termina girando en el vacío y convirtiéndose en trágica mudez. Esta es, a la vez, la historia de la famosa incomunicabilidad.
Michel Houellebecq


Hay una carcajada escondida la vida. Me gusta que todo me haga gracia, según Houllebecq, sé lo que después me espera. El tamizaje desesperante por la pureza, por el infantilismo y el ridículo. Eso es lo que inspira la calle. La broma hasta las entrañas.

Mi abuela materna, dueña de un humor, familiar, inexplicable y negro; que podría reescribir desde “Tres patines” a los hermanos Cohen. Algunos días comienza a reírse sola, de lo que ella misma podría decir, entonces me llama por teléfono y pregunta:
¿Qué has oído de mí? Respondo mentiras, ella igual se ríe.


Radio Visión FM, Diego Oquendo Jr. -aparece parlante en el parlante- entrevista a Alfredo Bryce Echenique. Con una primera pregunta enredada en el saludo, iba de esto: (ojo, no es textual)

D.O. Jr. : ¿Está de acuerdo en cómo está gobernando Alan García a su país?

A.B.E: No, para nada,(risas).

D.O. Jr. : ¿Qué siente al volver al Perú?

A.B.E: 44 años en Paris, y cada vez me siento más peruano. Tengo muchos amigos, casi todos no tienen nada que ver con la literatura, no leen ni el periódico, pero comparto mucho con ellos.

D.O. Jr. : ¿Qué ha logrado usted lejos del Perú?

A. B. E: He logrado el sueño de todo escritor joven, leer todo el día, escribir cuando puedo y quiero, es decir siempre y vivir de eso.

D.O: ¿Qué sería de la vida sin humor?

A.B.E : Sería la muerte, para mí.



Bryce Echenique, su voz, primera vez escuchada es lo más dulce acercado al chocolate, lo que dice igual, lo escrito, mi risa de tiempos sin medida.

Todo lo extraviado y risible de su literatura llena de entes confusos, disolutos en un mundo en medio de eso que condena: El Humor.

Siempre así, vuelvo a pedir "Permiso para sentir" ahi el "Regreso al infierno" y el " 68, Modo de Amar". Golosina pura, de su libro Antimemorias, este peruano le gusta al mundo, lo han premiado de cabo a rabo y es un despojado mas de esa "queja" de nosotros, los latinitos.

martes, 16 de diciembre de 2008

El tono rosa

El ciclo del día y la noche, de todos los ciclos, es el que jode. Para huir de las medidas somáticas, se necesita estar entero. Para sucumbir a los placeres, en cambio partirse, desdoblarse.

La circunstancia, por sorpresiva, es una gran aliada. Saber vestirse de ella: una virtud celestial.

Las curvas y líneas se quieren convertir en pedestres remolinos, oficiales, inspectores mal pagados, de aparición impertinente.

Los que están en las esquinas de las paginas, en los billetes, en la cuenta del teléfono me causan “dolor de cabeza”. Desaprender a contar. De vuelta al ábaco, a los frejoles, a tocar los dedos con los dedos.


Ataca la inmunidad, que no me propone más que disfrute.


I Shall be released
They say everything can be replaced
They say every distance is not near
So I remember every face
Of every man who put me here

I see my light come shining
From the west down to the east
Any day now any day now
I shall be released

They say every man needs protection
They say every man must fall
so I swear I see my reflection
Somewhere inside these walls

;">

Bob Dylan , hizo esta canción, pero mi vicio es escucharla de ella, Nina Simone.

Cualquier día, ahora. Yo lo quiero entender.


lunes, 15 de diciembre de 2008

CAPITULO CERO. SOLCA

El que se mete a soldado... Algo tiene que escribir.

El vuelo de Aeromal fue de revelaciones, Hidalgo, entre ellas.
Conocí el gran edificio café de la Atarazana hace unos años, las enseñanzas sobre el cáncer terminaron en un imposible examen, que románticamente nunca compré. Mis compañeros pagaron 300 dólares al fotocopiador, que en complicidad con la médico residente, futura oncóloga, vendían a los aplicados estudiantes una copia de ciencia. Sería suficiente historia para aborrecer tal institución, sin embargo, con el tiempo, los resentimientos crecen, en algunas circunstancias llegan a volverse indignación, rabia y llegado el momento y el apuro; uno termina por alejarse, cortar por lo sano y en el camino dejar muchos enfermos, o muertos.

Siempre quise, nunca tener que volver al Hospital “Juan Tanca Marengo”, ni a sus sucursales. Ahora cuando paso por ahí, aunque cierre los ojos, no puedo evitar el escalofrío. La medicina me jugó una mala pasada y esta dolencia es, para decir poco, lo que estimula mis deseos de futuro. El cáncer es una enfermedad suficientemente jodida, como para que encima se hayan inventado este negocio, de asociarse para luchar contra ella. El pragmatismo de la ciencia, ha permitido muchas cosas graves en contra de la salud de este país, esta es una de las peores, nada queda absuelto de la mezquina caridad, la vulnerabilidad y las agonías, constituyen el lugar perfecto para hacer intocables fortunas.
Toda la prensa hoy parece saber sobre sobre salud, sobre los “programas”y la magia en estos hospitales. Esto no es tan fácil y no pretendo entrar en detalles técnicos, la paciencia que se exige es inhumana y muchas veces tal cosa, lleva a esto, a buscar una sensibilidad burda, lastimera, que hace que todos los diarios, le den voz a cosas como:






Según Hidalgo, el hecho de que sus asignaciones salgan del Presupuesto General del Estado les impedirá tener un ingreso “suficiente, oportuno y creciente".

Directivos de SOLCA tendrán que viajar a Quito para presentar informes de sus gastos. “Cuando regresemos se nos han muerto los pacientes”.


El editorial de Grace Jaramillo en el diario El Comercio titulado “ El cáncer y la pobreza” -el único articulo medio decente que encontré sobre esto-cita una buena referencia: la revista Foreing Policy, en la web hay que estar suscrito para leer los artículos, aquel que asiste estas ideas es famoso, los ejemplos, ni extraños, ni remotos; por mas situación geográfica que se narraba. Finalmente, la autora califica al cáncer como el gran empobrecedor, termina su columna diciendo que no sabe a ciencia cierta la solución.

Es otro de mis defectos, esto de lo vivencial, tanto que : a ciencia cierta, a profesión cierta, a hospitales ciertos, a madrugadas inciertas, se, que los gastos de la enfermedad van mas allá de la receta cara de anticonceptivos, de infección de garganta, vías urinarias, o medicina natural que todos hemos comprado. Cual historia clínica, voy a tratar de reproducir lo indescriptible en las siguientes líneas.

Caso #1. La cuñada de un amigo se curó rápidamente del cáncer de estomago, dejo de ir al medico, porque se le acabo la plata, ella era evangélica; después de tal suceso, toda la familia se convirtió, mi amigo renuente a la vida religiosa, les sugirió un nuevo examen. Nunca tuvo cáncer, el robo fueron 6.000 dólares aproximadamente, contando los pasajes, no existía la metrovía.

Caso # 2. Don Emilio, comienza a hacerle relajo a la enfermera, estaba pidiendo otra medicina para la quimioterapia. Luego, muestra una receta, en ella una droga cuyo valor es de dos mil dólares por ampolla, inútil para su tipo de cáncer, le habían prescrito cuatro.

Caso # 3. Dolores, una de mis engreídas, ingeniera civil, sobrevivió al cáncer de mama, pero le fundieron la medula ósea. Murió después de un orzuelo, su cuerpo ya no tenía con que defenderse, su familia tampoco a quien culpar.

Todas estas estafas, tienen a parte de lugares comunes, un lugar común. Tres películas filmadas en la misma locación, pasando el túnel, cerca al cementerio. Son los capítulos no publicados de mi tesis, las partes que no van en los expedientes, pero que todas las mañanas hago el intento por no olvidar. Desde que fui estudiante, algo no me cuadraba, en un hospital donde los pacientes, son tratados con un exagerado sentido de esta palabra, por los pasillos pasean mujeres adornadas de voluntad, las paredes tienen solo espacio para la gala museográfica, de quienes han sido bondadosos.

El cáncer no es tan remoto, no es tan difícil, tiene cura y la que ahora se propone, es en mi opinión, la mejor: empezar a controlar ese dinero. A los señores de SOLCA, la sola idea les asusta, creo que piensan que porque una enfermedad mata tanto, los muertos es mejor no contarlos, o si algo ya sabemos que lo va a matar, mejor dejarnos toda su plata. Las representaciones en televisión, con los niños calvos, suficientes, para que todos los ecuatorianos les permitan seguir lucrando, con el pretexto de la beneficencia y las necesidades.

Lo que todos debemos saber y recordar bien, es que en los hospitales de SOLCA, se cobra ingresos hospitalarios que bordean los 100 dólares por paciente, costos de hospitalización diarios como en cualquier clínica privada, un profesional que mantiene a un paciente interno, puede seguir cobrando sus honorarios, 30 a 50 dólares día, o según las visitas. Las casas farmacéuticas grandes, como Roche, tienen negocios millonarios con ellos, son de los mejores clientes.

Sin hablar de memoria, en el Hospital del Seguro Social, se cura el cáncer, sin mucha propaganda, invirtiendo las mismas cantidades millonarias ;con errores graves también que han arrojado fuertes críticas, de lo cual hay evidencia, abundan estos casos. La diferencia es que ahí se rinden cuentas y la dignidad humana todavía respira un poco.

En esta triste profesión, no hay nada como “dar un alta” y las de las enfermedades oncológicas, son de las mas hermosas, ojala alguna vez, podamos dar el alta a esta repudiable gente, son el peor de los cánceres.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Humillados y Ofendidos

Este post tiene personalidades múltiples y vidas pasadas, además es mi reconciliación con la actualidad, primero pudo ser “ La breve historia de cómo un comentario se convirtió en post”, o “Dejar el Word para pasar a la web”, luego los títulos más reales, como “Ahora los pájaros le disparan a las escopetas”, los inocentes rusos me ganan desde chiquita, basta con uno, para darle comienzo al triste point of view , de un triste suceso; ocurrido en mi nunca suficientemente adorada ciudad.

Desconozco, como dicen en mi barrio, la vida que ha tenido Ricardo Antón, pero parece muy ingenua, ya sabía de la noticia al verlo sentado en el primer asiento del mismo vuelo a Quito, de pronto fue víctima de la censura y tuvo que venir a ver los toros, que dicho sea de paso ,una gran corrida.
Es pertinente explicar el motivo de mi desinterés, hasta ahora había entendido el tránsito y su comisión, como todos los mortales, algo reservado para los que usan carro, porque aunque los señores, señoritos, doños vigilantes del tránsito, despiertan cierto interés al parar un bus de transporte colectivo, uno siempre puede bajarse y tomar otro. Ahora motivo de las conversiones, exorcismos, corrientes religiosas y nuevos pecados que van apareciendo, encima como la ley ha cambiado y la idea es que todo el mundo transita, me puse a hacer cerebro sobre aquello y resultaron como siempre, las anécdotas.

Tengo suerte, la vida me da lecciones baratas, a pie, he conocido más, de gente, he conocido muchos más.

Regresábamos de Montaña, una furgoneta nos trajo a tres por 5 dólares, nos dejo en el puente de Portete, caminamos por el carretero y a nuestro mal acompañante masculino, encima de que era uno y ya lo habíamos aguantado todo el viaje, salió con la idea, pedirle dinero al vigilante para el bus. Aquel individuo es inolvidable, vestido y perfumado para una gala, tenía el rango de patrullero, después de mirarnos bien, de reírse, nos contó de su cómoda vivienda, luego la lección; unas mujercitas no deben salir de viaje con un hombre, por eso él, prefería , su dormitorio climatizado y el cable. Aguantamos la historia completa, el hambre, el sueño, el sol, la edad, los excesos del viaje y los 25 centavos del pasaje que nos faltaban, no lograron el final feliz merecido, no pudo sacar de su bolsillo el dinero, ejerció toda la banalidad, el lado bello de la autoridad, paro una 75 y le pidió al chofer, contando a su modo la historia, que nos lleve gratis, podíamos solos haberlo hecho, pero la intervención, para hacerlo memorable.

Ensayábamos un recital de en el colegio, Lorca, 20 poemas, las mismas dos protagonistas de la historia anterior, la maestra de literatura se enfermó y nuestra dirigente de curso dijo – les traje un entrenador- a la pobre, nadie le contó antes, que a los adolescentes nadie les enseña nada, para sorpresa, uno de los mejores declamadores que vi, al final de la semana, justo antes de estrenar, pregunté: ¿A que se dedica? trabajo en la Comisión de Transito, soy vigilante, en la calle no podía imaginarlo, pedir plata, no podía compararlo, declamaba como nadie ese popular poema “el beso” del Indio Duarte.

Viernes por la noche, de guardia, un choque y tres víctimas, fui en la ambulancia con una de ellas para un examen de imágenes, mientras esperábamos afuera, yo y tres vigilantes, nos hicimos amigos, fui al baño, la ambulancia me dejo botada, regresé al Hospital en patrulla, una de ellos, la que me ofreció el transporte, era la hermana mayor de 5, pero le gustaba, en palabras de ella, pararse frente a los carros, que eran tantos y dejar pasar a la gente.

He leído, lo que aquí en letras moraditas, pueden ver al costado, no tengo nada que decir, aprende uno y se entera bien, se desguia de pensamientos vagos, o por lo menos el intento, ya que sin la influencia de algunas observaciones, la plástica hubiera terminado por autodescalificar la obra y es una pena,una verdadera fatalidad, lo que el autor puede decir de su obra.

¿Quién es Antón? ¿Qué estrategia? Alguna de libro de marketing viejo, autoayuda, tiene en mente, será que cree en el autoestima y esas vainas. Creo yo que le molesta, le incomoda, todas las mañanas irse a trabajar a la institución de los buitres y desea borrarlo, lo que no sabe él, es que: buitres, robaburros y demás entes faunísticos de nuestra ciudad se autodenominaron, que su identidad creció con los años de impotencia, es así como nos hemos ido desquitando bonito. Don Ricardo Antón, quizás nunca ha trabajado, o si lo ha hecho, en calidad de qué, debería imaginarse, que muchas veces a algunos nos toca ir a trabajar, en calidad de buitres, robaburros, matasanos, pipones y miles de adjetivos, no siempre tan agradables, que se le ha propinado al empleado público.

Seis largos años en el templo del saber de la Carlos Julio Arosemena, fue el tiempo suficiente, para definir a sus autoridades como vulgares “dadores de gusto”, es como la bahía, encuentras lo que necesitas y lo que no, este es otro ejemplo, incorrecto, hasta los miembros de la institución maltratada, podrían darse cuenta, de que con bajar un cuadro no pasa nada.

¿Que tan influyentes en la conducta son las denominaciones? ¿A donde va la preocupación de Ricardo Antón? Es simplemente un recurso de las poses, de esas figuras, no se si entiende la burla hacia el vigilante. Se me ocurren tantas cosas para ayudar a la CTG, cuando las cosas de verdad nos quitan el sueño, tenemos el poder y la plata, no nos levantamos por la mañana a una galería, no nos preocupamos de los nombres , ni hacemos promesas a largo plazo.
La conducta cívica en el puesto de trabajo, los comportamientos non-task, la crisis de indentidad, por la devaluación y desprecio del trabajador que cuida el bien público, si interesa, incluso aquí cerquita en Venezuela, con modelo de la Ethics Resource Center of London, se realizo una exploración, oficiales y guardias de seguridad, que entrega un preocupante atisbo en ese país, en otras partes, desde hace tiempo, que lo vienen pensando, pero de verdad.

Es inevitable el análisis, debido a que la conducta de las personas en gran medida ocurre, se desarrolla y se modifica en función de condiciones ambientales: el sujeto está sujeto a un ambiente (Pérez Álvarez, 1991). Sin embargo, la consideración del medio exige la discriminación de distintos niveles de análisis, desde lo cultural y lo social , que suponen un modo de expresar características (o patrones de conducta) que pueden generar malestar o sufrimiento, pero que se admiten como tolerables por las personas y no alcanzan a producir mayores dificultades de adaptación a las exigencias del medio.

Hay gente vaga por ahí, hay cosas que la ciencia resuelve y como leí en las justificaciones de la autoridad en cuestión-estamos viviendo este proceso-refiriéndose a los nuevos santos, en que tenemos que creer. Entonces, si va en serio, existen en este mundo, cosas como la psicología social y otras que no pongo por ignorante, seguro hasta como hobbie, eso de investigar aveces funciona, podría ser la Universidad Católica, tan obediente.




viernes, 12 de diciembre de 2008

Sólo Alquile.

Porque quiero poner muchos clavos en las paredes y porque el “dueño de casa” es otra raza a cuya expansión no debemos seguir contribuyendo, fue lo que me dijo mi padre después de una hora de preguntarle porque era mejor irnos a vivir a una casa propia.

Conocí algunos espécimenes de esta raza. Alquilábamos el segundo piso de una casa mixta en el Cristo del Consuelo , Pancho Segura y Lizardo García, la señora Meche, primera de la lista, a menudo se emborrachaba y le daba las escrituras de la casa a mi papa, pensando que se la regalaba, mi mama lo creía también, un mal día nos fuimos, la casa la demolieron, no volví a ver a esta vieja, solo nos visito muchos años después, cuando ya compramos nuestra casa, creo que ahí finalmente perdono que la dejáramos, sentía que le debíamos amor y fidelidad eternas, después de siempre esperar cuando no teníamos completos los 12.000 sucres del arriendo, que casi siempre eran 24 o 36, la vi la ultima vez con la vecina doña Elsa, otra inquilina, a esta la conocí cuando llego a ocupar la mitad de la planta baja después del viaje sin retorno de la Petita a Canadá, tenía unos 40 años y los dedos de los pies deformados, en la casa de al lado vivía su familia y siempre les gritaba a sus hermanos, que la casa iba a ser de ella, porque ella era la única que había visto las escrituras que le mostró su padre, otro borracho.

El departamento que esta vez dejábamos quedaba en un edificio, Camilo Destruje y Tulcán, en el piso de abajo, una cooperativa de camiones que se llenaba por la madrugada, los motivos de la ruptura fueron siempre claros, cucarachas y Virginia Chipe, la amable dueña del inmueble, que me vio desnuda a los 11 años , una linda mañana en que abrió la puerta del baño, luego de abrir la de la casa, mientras yo me duchaba, hasta ahora pienso en cuales serian los motivos que la hicieron usar aquella copia de llave secreta, porque jamás creí en la historia de la fuga de agua en el tanque del servicio higiénico.

Como es mi mala costumbre, empecé a preguntar, a expertos e inexpertos sobre el asunto de las escrituras, mi mama dijo haber visto las de su casa, las firmo en la notaría, mi tía, abogada, aunque sus temas son los electorales,después de decir uf, dijo algo de la representación del dominio y el manejo de la propiedad en Alemania , Europa del Este y Estados Unidos, es marxista ella, mi otra tía, psicóloga, pensó que mi pregunta iba mas allá, hacia los bienes familiares, y se declaro ignorante, le falto decir que no sabía lo que era casa, mi abuela, ella fue la que armo relajo, cuando dijo que las de ella las guardaba bien, eran varias y nadie las había visto, fue dueña de casa, de una otra raza o solo subespecie, no podría decirlo objetivamente, a mí nunca me alquilo nada, lo que si tenía un dormitorio lleno de televisores, radios, sillas y demás artículos que tranquilamente podrían amoblar unos cinco departamentos, si alguien necesitaba un cuchillo, un exprimidor de frutas, o un regalo para boda y estaba chiro, ese era el lugar perfecto para acudir, los artefactos provenían de la mala cabeza de todo inquilino, que se compro algo y después se le olvido dejar para el arriendo.

Hoy en lugar de la “pajarera” hay un chifa, pero durante mucho tiempo vivieron estudiantes y comerciantes en la Portoviejo y Versalles, cerca del puente de el Guambra y la Universidad Central, la casa fue llamada así por todos los que admiramos la imaginación de mi abuela cuando en los anuncios ponía cosas como:


Cuarto pequeño para persona sola (indescriptible estrechez)
Local comercial en buena zona (panaderías alrededor)
Amplio departamento (lo que un día fue solo una cocina)



A los 17 años ya era yo callejera y visitaba, ingenua pero voluntariamente, el suburbio, en la 34 y Maracaibo, seis departamentos y tres pisos, quien recibía el dinero no vivía ahí, de él se podrían decir todas las perlas, habitaba en el terreno de junto, en una covacha con techo y paredes de techo, dormía todo el día en una hamaca, era un adicto, base supongo y solo una vez me contestó el saludo, paso junto a mí y me empujó, si supiera su nombre, lo pondría con gratitud, porque sus escrituras, unos papelitos que vi de lejos, un día que esperaba en el portal y que sus compañeros de clase guardan con verdadero celo, me hicieron también imaginar los motivos, pensé que todos, incluso este terriblemente descuidado ser, creyeron, e hicieron extensivo el termino de sagradas escrituras.

Bueno, yo si tengo una casa, en la que ya no vivo, es patrimonio familiar, con padres y hermana, cosa que no entiendo mucho, lo que si se es que me gustaba, esta garabateada, nunca nos resistimos a lo que sobra en un frasco de aerosol, mi papa la encontró después de gastar mucha gasolina, los dueños, que a mi parecer siempre lo serán, eran tres hermanos libaneses , o de alguno de esos orígenes que abundan en Guayaquil, lo sé porque creo que hasta ahora, en la planilla de luz sale ese apellido Neme Assef, tres solteros, el que sobrevivió nos vendió la casa, los otros murieron ahí y el cadáver del último fue sacado con la policía, tiempo después ayudamos a protagonizar la historia común de una casa que nadie compra, o que solo compraría una pareja sin ganas de ser dueños, huyendo de las plagas y los abusos de la vida de inquilino, con los privilegios de pertenecer a la clase sanduche y en una época en la que el MIDUVI, mas vivienda y esas cosas no existían, finalmente para bien, creo que ambas construcciones se andan cayendo.

He dejado varias veces la Sopeña, para vagar por lugares puros e impuros, de este país y el mundo. Llegamos ahí y fuimos siempre los que no pagaban el agua, los que no poníamos luces de navidad, los que no cerrábamos las puertas, los que nunca sembramos una planta, los que salían con maletas de madrugada y dejaban la casa botada; fuimos esa gente por 14 largos años, de los cuales desaparecí tres. Regreso para encontrar a mis vecinas más viejas y la noticia decepcionante de que están pintando mi casa, por dentro y por fuera, pregunto a mis dos sospechosos progenitores y se “lanzan la pelotita", no me queda más que violar mis principios y empezar a recolectar todos los números telefónicos, direcciones, buenas y malas ideas que apunte en las paredes y los que es peor, hacerme a la idea, de que el tiempo pudo con todo y ahora ellos tienen ganas de ser “Dueños de casa”.