sábado, 31 de enero de 2009

La belleza

Al comprar la fruta muy madura, esta se pudre. La siguiente vez buscamos lo mas VERDE. No nos hemos dado cuenta de que con toda cautela, es sólo cuestión de tiempo para llegar a la misma descomposición. La fertilidad de la tierra de este PAÍS que llegó a ser una cosecha débil.

Silvestre y musical. El soundtrack de la decepción que invade.
Al mal tiempo... Buena música.


Enemigo de la guerra
y su reverso, la medalla
no propuse otra batalla
que librar al corazón
de ponerse cuerpo a tierra
bajo el paso de una historia
que iba a alzar hasta la gloria
el poder de la razón
y ahora que ya no hay trincheras
el combate es la escalera
y el que trepe a lo mas alto
pondrá a salvo su cabeza
Aunque se hunda en el asfalto
la belleza...

Míralos, como reptiles,
al acecho de la presa,
negociando en cada mesa
maquillajes de ocasión;
siguen todos los raíles
que conduzcan a la cumbre,
locos por que nos deslumbre
su parásita ambición.
Antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta;
mercaderes, traficantes,
mas que nausea dan tristeza,
no rozaron ni un instante
la belleza...

Y me hablaron de futuros
fraternales, solidarios,
donde todo lo falsario
acabaría en el pilón.
Y ahora que se cae el muro
ya no somos tan iguales,
tanto vendes, tanto vales,
¡viva la revolución!
Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza…


L.E Aute







El último párrafo que no deja tristezas para falsas pérdidas. El tiempo que conocemos esta vez lo dejaron incoloro, inodoro e insípido. Las ideas de futuro están en terapia intensiva, es nuestro el laberíntico camino para hacerlas respirar.





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