miércoles, 7 de enero de 2009

Escenas Científicas




#1.
Calle Luque, un viejo me habla, pero no se entiende. Entro a la librería.




#2.
( Llama la atención la primera mesa, cuelga un pequeño letrero verde escrito que dice 50%).
El que gana es un libro de ensayos , “Lo que queda de la relación de pareja y la ropa sucia”, “La juventud tiene una forma muy política de no ser política”, 49 USD.
El viejo de la calle dice: Acabo de llegar de Argentina y allá este libro no vale más de 18 dólares ¡Por eso la gente allá es culta¡ y bla, bla, bla.
El dependiente y yo, nos miramos como dos extranjeros sin visa.




#3.

(Dos mujeres, una en vestido de unos 50 años, la otra en pantalón de unos 30 años, la más vieja es la que habla)
La mujer: ¿Tiene diccionarios del español al inglés? Es que ella solo sabe inglés (refiriéndose a la otra)
El joven empleado: Todos vienen inglés/español y español/inglés.
La mujer: Entonces no quiero. ¿Tiene un Nacho lee?
El joven: Si claro.
La mujer: Pero que sea en inglés. Es que ella solo sabe inglés.
El joven: No, el Nacho es en español. Ah, solo sabe inglés. ¿What is a book? (dirigiéndose a la acompañante).
La mujer: Ya le dije oiga, ella solo sabe inglés, no sabe una palabra de español (la otra en mute).
El joven: mm... ¿What is a notebook?
SILENCIO TOTAL (30 “)
El joven: Sra. Usted lo que quiere es alfabetizar, yo le puedo recomendar algo.

Las mujeres salieron de la librería rápido y hablando, no puedo decir si en inglés, español o lenguaje de señas.


#4.

(En el área limítrofe entre MEDICINA y PSICOLOGIA formaron una desafiante fila)

Hoy en día no hay porque tener miedo, los mounstruos antiguos han caído, El Capital se convirtió en uno sólo y pequeño tomo, El Contrato Social y hasta El hombre mediocre, no pasan de las 200 páginas, tiene pasta de colores y fotos.
Me acerco al dependiente, mientras él le contaba a una compañera la historia #3, empecé a reír, enseguida ellos siguieron hablando como si yo no fuera una cliente hasta que pregunté: Literatura?
El joven: ¿Literatura qué? (caminando hacia el fondo)
Yo: No sé, quiero ver que me da ganas.
El joven: ¿Quién me ha llenado todo esto de puros principitos? (gritando)



#5.

Se le acerca un compañero y le dice: No fui yo. Búscame un libro de Edgar Allan.
El joven: Edgar Allan Poe, tengo Palabrujas.
El compañero: No, Edgar Allan García, y lo que dices debe ser Palabrejas.
El joven: Alan García es el presidente de Perú.
El compañero: Si, pero Edgar Allan García es un escritor nacional.
El joven: Queeé?
El compañero: Si al pobre lo llamaron así, por el otro supongo.



#6.
Yo: ¿Cuánto cuesta este? ( Las armas secretas en la mano)
Una señora de pelo corto: Julio Cortázzzzar…mm , tiene el plástico roto (lo termina de pelar). Es un poemario.
El joven: Nooo, son relatos.
El compañero: Nooo, brutos, son relatos y poemas. 10 dólares niña.
Pagué, di la vuelta y ya no podía ver quien dijo: A parte de ella, alguien compró un libro de Walter Risso.

En Guayaquil ya llovía, me metí a los perfumes y alcance a Ives Saint Laureant, el tiempo justo para el encuentro en la Plaza San Francisco. El aguacero se desató.

La voz en el teléfono: Estoy en el McDonald y tú?
En el San Francisco 300. ¿Quién se moja?
El celular: Yo me mojo, caminemos para ese lado.
En el paso de cebra de Pedro Carbo fue el desenlace.
Un americano, un chocolate y dos cigarrillos después: Todo era un post.

2 comentarios:

  1. Surrealista... me encanta!

    - Por favor, me ayudaria con la hora?
    - No gracias, no bebo...
    - Ah, es que como le habia visto la peinilla en el bolsillo...

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  2. Ja, ja, espectacular Juan.
    Un placer tu visita, y el comentario la cereza del helado, o del coctel, en este caso.
    Espero no sea, la primera ni la última.

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