En un pacto silecioso, en la misma esquina, tanto tiempo despuès, el mismo abrazo, las mismas làgrimas y todo es diferente. Como una moneda que alguien perdiò, como el camino de migas de pan.
En Guayaquil es verano y sopla la sorpresa.
Hoy la vi,
Y recordé la historia de un pedazo de mi vida
En que abrí
La primavera bruta de mis años al amor.
Desperté la mañana en que no pudo ser
No sin antes jurar que si no era contigo, jamás,
Que esta herida me habría de matar,
Y heme aquí, ¡qué destino!,
Que ni el nombre tuyo pude recordar.
Sí es bueno tener una tregua con el pasado, así descubrimos las certezas con las que debemos seguir andando
ResponderEliminarRecordar el pasado y confiar en que lo que fue, todavía esté.
ResponderEliminar"Hoy la vi, y tenía un rostro ajeno al que yo recordaba..."
Doloroso. Real. Irreal. Preferiero seguir recordándola como fue, y confiar en que siga igual. No tengo remedio, en cuestiones de amor soy un empedernido sufridor.
Gracias por el post.
Sweet!
que canciòn! divino caribe y letras tentàculos. Es bueno encontrarse y darse cuenta que no han cambiado ni en las mañas ni en nada, todo es igual; solo años luego y carreteras entre los dos.
ResponderEliminarEs bueno encontrarse, por eso vale que a ratos uno ande perdida.
Anònimo, gracias. Muy cierto y desierto, casi siempre no distingo entre pasado y presente, y el futuro vaya, la sola palabrita me pone la piel de gallina. Eso de seguir y convencerse, envidia de los que pueden. El amado pasado, no ayuda pero como da gusto.
ResponderEliminarMi KM, guapisimo, rey, sabìa que ibas a volver por acà. Tus post me insipiran, es mas me suscribo en la mayorìa. Y de sufridor, vaya otra vez, nada le queda mas sexy a un caballero.
ResponderEliminarUn beso.