sábado, 12 de octubre de 2013

Confieso que he abortado


Estuve toda la vida en contra de los procedimientos artesanales de la medicina, sobre todo degenerados en el abuso practico y mercantil que tienen su gen en una bien intencionada falta de prevención  Aborto, legrado , AMEU ( aspiración manual endouterina) o còmo se llame. Solo me ha gustado ser mi propia ginecóloga y profeso un respeto enorme por las personas que trabajan en salud sexual y reproductiva, ya que en ella manejan las transversalidades de la especie: el sexo, el amor, los deseos de reproducirse, de reflejarse.

Las decisiones abortivas de hombres y mujeres son, en la realidad sanitaria de mi país, el pan de cada día.

Abortaba en Galápagos cuando la Mariana y la Rocio de 15 y 16 años se embarazaron del mismo chico o cuando la Mayra me decía que no tenia dinero para llevar a su niño con parálisis cerebral a la terapia en el continente.

En Esmeraldas abortaba mucho cuando los diabèticos que veìa estaban amputados e insuficientes renales y decían  "Si doctora yo sè que esa pastilla es la mejor pero cuesta $1.50 cda una, mandeme  de las baratas"
Me dolían los abortos cuando una mamá no podía ingresar a un niño porque tenia que cuidar a los demás en casa o trabajar.
Me costó decidirme a abortar cuando intentaba dar una dieta o hablar de nutrición para la anemia y me contestaban: "Dra deme  de esos frascos que regalan aquí  yo no tengo para leche, ni uvas". Ahí mismo no llegué a parir sino que aborté cuando en mi necedad quise pesar a los cinco hijos de esta chica, quise examinarlos y preguntar para ver si la convencía  No pude, tuve que abortar en contra de mi religión ( no receto vitaminas) en contra de mi familia y de mis amigos. Recibí el apoyo de mis colegas, de la cocinera del hospital que quería servir pronto el almuerzo, de las enfermeras y todos los que me decían que la deje ir, total no va a entender, nada se puede hacer.

Aborté  cuando atendí una niña huérfana de 16 años, embarazada por segunda vez de su abuelo, víctima de sus contantes violaciones. Prometí entonces que seria mi última vez y fue cuando apareció una de 10 y ahí me quedè en la mesa del quiròfano porque el cuerpo humano no es una maquina perfecta ni es  nada cuando  simplemente no resiste, ni un parto ni una cesárea y sólo queda llorar, llorar  a lágrima viva.

 Son los días en que otra vez nos toca tragar saliva. Y habiendo quedado adolescente para creer y querer defender la vida  empieza una  por salir de las ignorancias científicas y sociales no escoger el camino cojudo de oponerme a un procedimiento.

1 comentario:

  1. Yo, como el @MashiRafael nunca tuve ni tendré que parir.
    Al igual que los sacerdotes católicos, yo, por más que sea violado, jamás llevaré dentro de mi un hijo de un desconocido que, además de no quererlo, se convertiría en una pesada cruz cristiana por el resto de mi vida.
    Yo, de la misma forma que todOs LOS ministrOs esparcidos por todo el mundo, tengo clara la convicción de que nunca cargaré dentro de mi un trozo de carne que se va desvanecer, agonizando, tan pronto lo traiga al mundo.
    Además, al igual que LOS ingenierOs, LOS administradores, LOS mecánicos u obreros, en el caso de parir, sé perfectamente que no dejaré mi trabajo por criar a un hijo totalmente dependiente.
    Yo, señores, como ustedes, no tendré que dejar de estudiar con 13, 14, 15 años para salir de la miseria y del círculo vicioso que sólo los hombres sabemos imponer a la sociedad, con nuestro machismo, aunque disfrazados por amor a la familia y a los niños. El mismo amor que nunca nos hará faltar del trabajo para cuidarles cuando enfermen (salvo excepciones).
    Yo, al igual que LOS machitos pro vida y contra el aborto, puedo hacer de mi cuerpo, de mi sexo, de mi cama todo lo que quiera, y puedo sacar el condón sin que mi pareja en la cama perciba, acabar el acto y no quedarme embarazado. Ella, en el caso de quedarse embarazada, que lo cuide, que lo críe y que por amor a la vida y a Dios, tenga este hijo, bendecido por Él y por el hombre.
    Eso si, yo, como el @MachiRafael, LOS pastores evangelistas, LOS mormones, LOS curas católicos, LOS Legisladores y LOS Jueces, hombres que somos, quiero decidir y puedo incluso chantajear en dimitir caso LAS MUJERES opinen sobre sus vidas, sobre sus cuerpos y sobre su futuro.

    ResponderEliminar