Fuì una traficante, conocedora, con cifras listas para intercambiar cada comportamiento y recibir actitudes, todas las cuales me produzcan profunda satisfacciòn.
Ahora me he quedado sin escenario, ya no tengo cerca a " La Bahìa", ya no existen esas tardes despiadadas y naranjas en que Guayaquil nos exprime vendiendo y uno la exprime comprando. Aqui todo tiene una etiqueta que dice lo que cuesta, es eso lo que pagas y no hay nada oculto que nos permita fantasear.
Por eso y otras cosas entendì que fuera de nosotros estàn el amor, la vida y la dicha burlàndose en las calles y nos miran desde las ventanas. Es sòlo cuestiòn de atrapar alguna. Salir a pescar en aguas turbias y montarse en esa fiera que siempre nos tiene de lado: la suerte.
Hacerse rico de paciencia y en medio de todo seguir reinando en uno mismo, no ceder.
Quiero hacer drama, quiero enojarme, pero ya no me sale, lo desaprendì.
PD: El video es resultado de mis estados de ànimo, buscar a Ivete y las clases de samba y axe de los domingos con un otro hermanito nuevo, el Maichel Nardin, que esta vez viene de San Carlos en Brasil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario