jueves, 21 de enero de 2010

Veneno

Hemos saboreado todos el mal de Occidente. Sabemos demasiado del arte, del amor, de la religión, de la guerra, para creer aún en algo; hemos perdido además tantos siglos en ello... La época de la perfección en la plenitud está terminada. ¿La materia de los poemas? Extenuada. ¿Amar? Hasta la chusma repudia el «sentimiento». ¿La piedad? Visitad las catedrales: ya no se arrodillan en ellas más que los ineptos. ¿Quién desea aún combatir? El héroe está superado; únicamente la carnicería impersonal sigue de moda. Somos fantoches clarividentes, ya sólo capaces de hacer muecas ante lo irremediable.
¿Occidente? Una posibilidad sin futuro.

Émile Michel Cioran





Concluyendo que al estimular, la respuesta se podria registrar a mùltiplos de la unidad bàsica. Es esto no natural, compuesto de experimentos helados de las criofracturas del diario y del regreso.
Venenoso Cioran para traducir los puentes y las plazas que se vuelven cotidianas, aliento para engendrar algo de los papeles y los edificios.

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